A través del diálogo se logró concientizar a los propietarios de las vulcanizadoras que operan en esta cabecera municipal, para colaborar en esta materia

En el marco de las diversas estrategias que ha puesto en marcha el Gobierno de Macuspana, que preside el alcalde Julio Ernesto Gutiérrez Bocanegra, para proteger la salud pública y fomentar el cuidado y protección del medio ambiente, se llevó a cabo un diálogo fructífero con los propietarios de vulcanizadoras asentadas en la cabecera municipal, con el propósito de regular el confinamiento de neumáticos de desecho en sus establecimientos.

Esta reunión tuvo lugar en el área de las naves del Fraccionamiento “Siglo XXI”, de esta ciudad, la cual fue encabezada por el Director de Protección Ambiental y Desarrollo Sustentable de Macuspana, Ing. Jesús Alberto Olán González, quien convocó a un total de 24 propietarios de establecimientos que funcionan como vulcanizadoras, con la finalidad de establecer un diálogo razonado para que sumen a las acciones que el municipio impulsa para cuidar la salud de la población y proteger el entorno ambiental.

Esta estrategia, en la que también colabora la Jurisdicción Sanitaria No. 12, tiene el objetivo de que los prestadores de este tipo de servicio comercial tomen las medidas adecuadas para realizar un adecuado confinamiento de las llantas de desecho que retiran de los vehículos, evitando tenerlas a cielo abierto, expuestas a la lluvia, o en áreas húmedas propicias para la reproducción de fauna nociva y vectores transmisores de enfermedades, indicó el titular de la Dirección de Protección Ambiental y Desarrollo Sustentable.

El funcionario público expresó que, los resultados de esta reunión, fueron positivos, ya que los vulcanizadores se comprometieron a acatar las recomendaciones sugeridas por el Gobierno de Macuspana y la Jurisdicción Sanitaria No. 12, con el propósito de contribuir al cuidado del medio ambiente y de la salud pública, evitando la incineración de los neumáticos, contribuyendo a la recolección adecuada para que impedir que las llantas terminen en ríos o arroyos, y confinarlos en áreas resguardadas para que no almacenen agua, eliminando de esta manera la posibilidad de que surjan brotes de mosquitos transmisores de enfermedades como el Dengue, Zika y Chikungunya.